La Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla es una de las plazas más famosas y grandes de España. Es de estilo barroco y se remonta al siglo XVIII. Cuenta también con colecciones de arte y un museo informativo.

La Catedral de Sevilla, uno de los lugares emblemáticos más importantes de España, se encuentra entre las catedrales góticas más grandes del mundo. Esta obra maestra del siglo XV, clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, tiene una extensión de 11 520 metros cuadrados y ofrece unas impresionantes vistas desde lo alto de su joya de la corona, la torre campanario de la Giralda.

La Torre del Oro fue una torre de defensa del siglo XIII y la última contribución arquitectónica de los árabes en Sevilla. A orillas del canal de Alfonso XIII, este edificio destaca por el brillo de sus 12 caras. También alberga el museo marítimo local.

Cuando visites Sevilla, reserva unas horas para pasear por esta colección de exposiciones de arte, que abarca desde el período medieval hasta el siglo XX. El museo, fundado en el siglo XIX, se encuentra dentro de un convento del siglo XVI, por lo que el edificio constituye una parte interesante de la experiencia.

Incluso antes de captar la atención del mundo en Juego de Tronos, el Real Alcázar ya atraía a muchos turistas con sus patios de ensueño, jardines vívidos y una mezcla de diseños arquitectónicos romanos, góticos, renacentistas e islámicos. Se trata de uno de los lugares emblemáticos más reconocibles de Sevilla, y es imprescindible en cualquier itinerario.

La iglesia barroca de Santa María Magdalena, construida a finales del siglo XVII, cuenta con tres entradas (cada una en una fachada diferente) con diseños en azul y rojo, pero la verdadera sorpresa está en el interior. Los interiores dorados, las estatuas y los múltiples altares hacen que valga la pena visitar este hermoso lugar emblemático cuando pasees por el centro de Sevilla.